La principal idea del modelo de alostasis y estrés (Koob y Le Moal, 1997, 2008) es que la adicción se desarrolla debido a un cambio en cómo se controla la motivación de una persona. En lugar de buscar recompensas y placer, la adicción se convierte en un mecanismo para reducir el estrés y el malestar, intentando mantener un equilibrio falso llamado “alostasis”. Este cambio ocurre debido a dos cosas:
1) Disminución de la función del sistema de recompensa: normalmente, este sistema nos motiva a hacer cosas que nos traen placer. Pero con el tiempo, se vuelve menos efectivo y necesitamos más estímulos para sentirnos bien. Esto significa que se requieren más y más drogas para alcanzar un estado de no-malestar.
2) Hiperactivación de los sistemas de anti-recompensa o estrés: estos sistemas, que normalmente ayudan a equilibrar los efectos placenteros de las drogas, comienzan a tomar el control. En lugar de solo contrarrestar el placer, ahora dominan la motivación, haciendo que el cuerpo se centre más en evitar el malestar y el estrés.
Cuando una persona se vuelve adicta, su cerebro experimenta cambios significativos. Inicialmente, el sistema de recompensa se vuelve menos sensible con el uso repetido de drogas. Al mismo tiempo, los sistemas cerebrales que manejan el estrés y contrarrestan los efectos placenteros de las drogas se activan de manera excesiva.
Esto crea un ciclo de refuerzo negativo, donde el craving se mezcla con emociones negativas y estrés cuando no se consume la droga. Las áreas clave del cerebro involucradas incluyen la amígdala, que maneja las emociones, y el sistema hipotalámico-hipofisiario-adrenal, que regula las respuestas al estrés.
Además, las áreas responsables de la toma de decisiones y el control emocional, son afectadas, lo que dificulta la capacidad de la persona para regular emociones y motivaciones, aumentando así la vulnerabilidad a la adicción y complicando la recuperación. El modelo plantea que es crucial entender cómo se sienten emocionalmente las personas con adicciones y cómo eso afecta su pensamiento y toma de decisiones. Durante la rehabilitación, es importante considerar cómo el estrés emocional puede aumentar el deseo intenso de consumir drogas y llevar a recaídas. Esto nos ayuda a diseñar mejores tratamientos que aborden no solo la adicción en sí, sino también los estados emocionales que la rodean.
Bibliografía
Documento de Consenso para el Abordaje de las Adicciones desde las Neurociencias, 2009. Sociedad Española de Toxicomanías.
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